miércoles, 2 de junio de 2010

Liberadoras


Le fabuleux destin d'Amélie Poulain, de Jean-Pierre Jeunet, y Pnim, de Vladimir Nabokov: inspiración vital.

3 comentarios:

Ana Lucía dijo...

Amélie c'est moi, mais je ne sais pas qui est Nino.

josé angel dijo...

yo tengo una onda Nino Dolcce pelado y exedido de peso, te va?

Ana Lucía dijo...

Yo más bien pensaba en un buen chico judío como Mathieu Kasovitz...