martes, 11 de enero de 2011

Una persona deja su marca en todo lo que hace

“Pasaron años antes de que pudiera compararme un bonito vestido marrón y mis propios zapatos. Cuando pude, oh, nunca olvidaré aquel día. Me privé de tantas cosas para aquel vestido. Me lo puse el domingo siguiente, para que lo viera Laurie. ¿Quién te lo ha regalado?, me dijo, pues él era así, me pellizcaba el brazo y me lastimaba. ¿Quién fue?, dímelo. No has sido tú, le dije, y, al apartar mi brazo, se descosió por debajo. No demasiado, pero se había estropeado el vestido. Oh sí, una persona deja su marca en todo lo que hace. ¿Sabe a qué me refiero? Pero, entonces, yo no lo sabía. No tardé en darme cuenta de que con todo lo que hacía siempre era lo mismo: un vestido nuevo por el que había ahorrado y pasado privaciones, pero me lo rompió cuando lo estrené”.

[Maudie a Janna, en Diario de una buena vecina, de Doris Lessing. Lo terminé de leer hoy, llorando a moco tendido. No por esta sabia percepción de la vida que cito, sino por todo lo otro que narra la novela y les dejo para que averigüen solos.]

No hay comentarios: